Peripecias de Vanesa: Viaje a Londres.

Estas Navidades hemos disfrutado de una gran escapada a Londres. David y yo teníamos muchísimas ganas de ir y por fín nos hemos animado. En esta ocasión nos han acompañado Leire y Miguel, con los que hemos disfrutado un montón.

Londres es una ciudad que hemos visto siempre en foto o en televisión y sientes conocerla sin haber estado en ella, pero una vez que estás allí todo cambia. Cualquier rincón o calle por conocido que sea te parece alucinante como si fuera la primera vez que lo ves.

Es una ciudad increible, cualquier cosa que quieras ahi lo tienes. Super preparada para el consumismo eso si. Al ser fechas navideñas, la ciudad estaba repleta de gente, pero aún así se podía disfrutar de ella. La tienda gigante de m&m es alucinante, repleta de bolas de colores y un sin fin de merchandising de los famosos personajes. Eso si, había que armarse de paciencia de la gente que había.

En frente se encuentra la tienda de Lego que está muy bien ya que tiene varias maquetas del metro y del Big Ben hecgas con piezas de Lego.

El Big Ben, el London Eye, Candem town, Picadilly, Winterwonderland, El British museum,.. son algunas de las cosas que hemos visitado y todas muy chulas.La zona del Big Ben y el London Eye está muy bien para pasear por la ribera del río. El Big Ben no es tan grande como el nombre indica pero el edificio es muy chulo, eso sí.

Candem

Winter wonderland park

Catedral de San Paul

Uno de los sitios que no se pueden dejar de visitar es el Tower Bridge, se puede pasear por las dos pasarelas que tiene y de donde se pueden ver unas muy buenas vistas. Además tienen una zona de cristal donde parece que andas por el aire. Mi hermana y yo teníamos bastante vértigo, la verdad es que da sensación de tirarte al vacío, jaja.

The tower bridge

No podía faltar una visita al Buckinghan Palace y no para ver a la Reina si no a los pelochos, jajaja. En los cambios de guardia salen paseando por los alrededores y está bien para verlos, eso sí, con frio se quedan los pies congelados esperando.

Andando desde el Palacio de Buckingham, cruzando el parque se encuentra el Household Cavalry museum. Se puede visitar y está bastante bien pero lo que más gusta es el cambio de guardia ya que los caballos que están en la entrada son muy bonitos.

Merece también la pena visitar el museo de historia natural. Nosotros tuvimos que hacer una hora de cola con el frio que hacía, y lo primero que hicimos nada más entrar fue comer, jajaja. El edificio es muy bonito

Aunque a mi lo que más me ha llamado la atención han sido los mercados navideños repletos de puestos de comida de muchas nacionalidades donde los olores se entremezclaban entre si y desprendían un olor a apetitoso extraordinario. Si hubiera podido hubiera comido de todos los puestos que había, pero , en fin, si no quería venir con unos kilos de mas.... mejor solo olerlos, jijijiji.

Como se puede comprobar también hemos tenido tiempo de comer cositas ricas, jajaja. Desayunar bien para coger energías para todo el día es importante. De vez en cuando coger un capuccino para llevar está bien pero mejor está sentarte en una mesita y que te sirvan un rico café con un buen muffin, ñam.

A parte de los mercados navideños, Londres tiene una muy buena oferta gastronómica y muy variada. Cenar en China Town fue muy curioso ya que nos metieron a los 4 en un reservado exclusivo para asiáticos, jajaja, no hacíamos más que mirar hacia los lados para ver si averiguábamos lo que comían ellos. Tuvimos el gran privilegio de probar el famoso huevo centenario, jaja. David, a que estaba muy bueno...

Una de las noches cenamos en un Italiano cerca de Picadilly, llamado El Olivo... Muy bien la verdad.

Y otra noche fuimos al Soho a ver si encontrábamos algo y la verdad es que fue un acierto porque cenamos en un local (no recuerdo el nombre) bastante frecuentado por la gente joven Londinense. Era una especia de bar de copas , con luz tenue y música alta y donde en el piso de abajo tenia una discoteca. La verdad es que cenamos muy bien y mejor lo pasamos...