Pasar unos días en el pueblo siempre viene bien para desconectar de la vida en la ciudad, porque aunque una este de vacaciones siempre salen cosas que hacer y al final no se desconecta.
Aprovechando que David tuvo unos días libres la semana pasada nos cogimos unas ropitas en una maleta y nos subimos a estar con aitite Simón. A Aiuri le encanta estar allí porque le gusta mucho enredar en la huerta, sacar zanahorias para comerlas crudas y regar las plantas. Además este año hemos montado una piscinita para soportar mejor el calor Burgalés.
También ha habido tiempo para acercarnos a Orbaneja del Castillo. Un pueblo pequeñito con una gran cascada que merece la pena ver. Muy chulo.
Unos días de descanso que han merecido la pena.
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