Una vez me pregunté, ¿se puede morir de empacho?
Y como se suena que puede ser
posible, he intentado no llegar a ese punto nunca, pero hoy casi casi me pongo a prueba, jajaja.
Aprovechando el día de fiesta, nos hemos ido a Ajo (Cantabria) a comer al Rincón de los Pitucos. Nos dijeron era un restaurante tipo bufet pero sin tener
que levantarte de la mesa, pudiendo comer de todo lo que quieras y cuanto quieras, eso sí, sin dejar nada en los platos que si no no te siguen sirviendo. Para comer hay que reservar, y nos recomendaron ir sobre las ya que la comida se alarga bastante, pidiendo, y pidiendo, y pidiendo... Hasta las 5 tope que cierran la cocina (menos mal, si no acabamos con las existencias). Además, de bebida corresponde como máximo una botella de lo que quieras(dentro de unas opciones que te dan) por persona.
La verdad que para ser un restaurante con muchos platos la calidad está bastante bien, las raciones no son muy grandes pero cómo puedes repetir no te quedas con ganas. Nosotros nos hemos puesto tibios, hemos comido casi todo le lo que viene en la carta. En fin, que somos un poco burrotes los 6, jaja.
Ha sido una muy grata experiencia, pero sobre todo la compañía.
Gracias chicos por este maravilloso día de jamada y risas.
¿cuándo la próxima?
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