Aprovechando el buen tiempo nos hemos animado a ir con la peque al Bosque pintado de Oma. La ruta empieza junto al restaurante Lezika, al ladito de las cuevas de Santimamiñe, y desde ahí son casi 3km de camino, cuesta arriba. La peque ha aguantado bastante bien, es toda una campeona porque además hacía mucho calor y eso que hemos ido prontito.
El bosque fue pintado por el pintor-escultor Agustín Ibarrola, y todas las pinturas tienen su significado. Está muy bonito y merece la pena acercarse a verlo. Además, junto a las cuevas hay un montón de mesas donde poder hacer un picnic a la sombra.
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