Como solo ibamos a hacer una noche salimos temprano para poder aprovechar bien el día. En 2 horas 40 minutos estábamos ya aparcando en el parking del puerto. Muy céntrico y cómodo.
Lo primero que fuimos a ver fue el museo del ferrocarril. Tuvimos suerte porque la entrada era gratuita y además un par de locomotoras las pusieron en marcha y daban un pequeño paseo por las vías, en un vagon de pasajeros. Esta bastante bien porque tiene muchas locomotoras y vagones antiguos y a parte una exposicion con utensilios antiguos. Muy interesante y recomendable. Entrada adulto 2,50 euros. Domingos gratis.
Al mediodia comimos en La Galana, restaurante ubicado en la Plaza Mayor. Sitio con encanto lleno de barriles y botellas de sidra. Los camareros muy amables, y la comida espectacular. Yo ya lo conocía de mi anterior visita a Gijón y la verdad que no me defraudo. Todo riquísimo.
Ensalada templada de pulpo con verduras |
Tartar de atún rojo sobre gazpacho de aguacate |
Tournedó Rossini sobre rebanada de pan de escanda |
Brownie de chocolate |
Después de comer nos vino bien dar un paseo por el cerro de Cimavilla para poder disfrutar de las vistas. En el se encuentran los restos de unas baterias de defensa, sin cañones bastante interesante.
En la parte antigua también se encuentran los restos de una antigua muralla romana, no muy grande pero que está bien. Al lado de la Iglesia de San Pedro, también en la parte antigua se encuentran las termas de campo Valdés. La entrada de adulto son 2,50 euros y los domingos gratis. Tienen una audiovisual donde explica cómo se descubrieron y cómo funcionaban. Esta bastante bien aunque es algo pequeño.
Merece la pena pasear por las calles La Merced y San Bernardo, están repletas de locales y están genial para tomar unas tapas. Bueno y varios locales de cervezas artesanas muy chulos, a David se le salían los ojos, ja ja (abajo algunas webs de interes). Nosotros cenamos en la parte vieja, recomendados por los dueños del hostal, al lado del puerto, en El Mercante. La verdad es que se estaba de lujo.
Después de descansar muy muy bien en el Hostal Gijón Centro, que por cierto esta genial y los dueños Savi y Patri son muy amables, nos fuimos a visitar el museo del Pueblu Asturiano. Un poquito de culturilla asturiana no viene mal, ji ji.
Hemos pasado un muy buen fin de semana en Gijón que pronto repetiremos, seguro.
Webs de interes
Sr. lupulo
El coleccionista
La buena pitanza
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