Nuestra primera escapada siendo 4 en la familia ha sido a Potes. Y ya van 7 las veces que visitamos esta bella Villa en el corazón de Picos de Europa. Paraje emblemático rodeado de grandes y hermosas montañas donde los pueblos parecen ser sacados de postales. Siempre que volvemos encontramos nuevas cosas que hacer y visitar ya que es un lugar con multitud de opciones para hacer tanto en pareja como en familia.
Como en últimas ocasiones nos hemos alojado en los apartamentos
Villa de Potes, ya que están en el centro del pueblo y disponen de una pequeña piscina para refrescarse tras una jornada en el monte.
También hemos vuelto a subir en el teleférico de Fuente De para que lo conociera Aiuri y la verdad que le ha encantado, sobre todo el andar por las montes gigantes como dice ella.
En esta ocasión, hemos visitado dos destilerías conocidas de la zona, la de Sierra del oso y la de Picos. Ambas con degustación incluida pero la que más nos gustó fue la de picos ya que la visita era más completa. Nos dieron a probar 3 vinos diferentes, diversos orujos y la ginebra y el whisky que también fabrican ellos.
En esta escapada, además, hemos tenido la oportunidad de pasar un buen rato con Mordisquitos, Catalán, Cuco, Senda, Paco, Lupe y Kata, unos adorables burros que se hacen querer en cuanto les ves. Una actividad realizada con Senda Viajes (Potes) que por 8 euros por persona te sirve de momento terapéutico 100% recomendable.
Otro de los sitios que también se puede recomendar para comer en Potes es el restaurante Mexicano " Las mañanitas". Comida casera, bien hecha y con mucho sabor a México lindo.
Y para tomar algo tranquilitos con buena música y al lado del río es La reunión, donde unos chicos muy majos llevan un bar ambientado en la montaña donde preparan ricos gintonics y tienen buenas cervezas.
Tambien visitamos el museo de la sidra y el parque del agua en Aniezo. El segundo estaba un poco descuidado, sin segar e ir solo para eso no merece la pena..pero nosotros ademas visitamos el museo de la sidra y comimos en el retaurante la Retoria. Lugar peculiar, ya que lo regenta una chica muy amable que ella sola se ocupa de hacerte la visita al museo, hacer la comida, tomarte nota, servirte.... vamos que hay que ir mentalizadoa de que puede tardar un poco, eso si, la comida muy rica.
Cerquita de Aniezo se encuentra el pueblo de Cahecho, denominado como el mirador de Liebana. El pueblo es pequeñito, pero las vistas son muy bonitas y merece la pena tomar una cervecita en la terraza del restaurante lamadrid.
Que decir también del asador Llorente. Siempre acabamos comiendo en el, ya que la carne la hacen de maravilla. Nos encanta.
Por último, no quiero olvidarme de mencionar al valiente de la familia que se animo a tirarse de la tirolina mas larga de Europa. Se situa en Camaleño, y son dos tramos de 1000 m y de 650 m donde vuelas a una altura de 80 m aproximadamente entre arboles. Segun dice David, da mas impresión de lo que parece ya que vas muy seguro y disfrutas de unas magnificas vistas. Lástima que dure tan poco.
Y aquí están estos quesucos uno de cabra y otro de oveja que compramos en la quesera Alles en Bejes. Muy ricos por cierto.
De la que en agosto bajabamos a Alcoceber decidimos parar en Morella ya que es un pueblo muy bonito y David todavía no lo había visto. La casualidad quiso que este año se celebraran las fiestas de Sexenni, unas fiestas que se celebran cada 6 años y que se remontan al año 1673.
