Siempre viene bien unos días para descansar y desconectar del bullicio de la ciudad. Por eso, hemos aprovechado el puente de octubre para escaparnos en familia a Camijanes (Cantabria) y poder repetir del paradisíaco lugar que nos ofrece El Solaz de los Cerezos. La vez anterior estuvimos tan a gusto que sabíamos que volveríamos pronto así que cogimos las maletas y rumbo al campo.
En esta ocasión hemos podido ver y visitar un montón de cosas, como por ejemplo, Oyambre. Paraje natural precioso, con unas playas larguísimas de fina arena blanca.
También visitamos con la peque la Cueva de EL Soplao donde entras a la galería mediante un trenecito minero muy chulo. A los niños les encanta, bueno, y a los adultos también.
La Ferrería de Cades nos pareció muy interesante. Aunque la entrada puede parecer un poco cara merece la pena visitarla. Primero nos hicieron una pequeña introducción a la ferrería y su entorno y la historia de ella y después nos hicieron una demostración de como los ferrones trabajaban los lingotes de hierro. Estuvo genial. Además nos enseñaron un pequeño molino harinero que pusieron en funcionamiento y pudimos ver como se molía el maiz. Muy interesante.
Después de la visita nos fuimos a comer al asador La Gloria y menuda panzada.
La comida estaba buenísima.
Una vez más una gran escapada en familia.