


Santa Cruz de La Palma es su capital y pasear por sus calles con casas tipicas isleñas llenas de flores en los balcones es un plan ideal.
De visita obligada es el parque nacional de la Caldera de Taburiente y sobre todo subir al Roque de los muchachos de donde se pueden disfrutar de unas vistas de buena parte de la isla increibles. Nosotros anduvimos un poquito por una rutilla que hay por allí y que bordea gran parte del cráter. Allí también se encuentra el gran telescopio de Canarias y como se puede visitar pedimos cita con bastante antelación . La visita guiada duró unas dos horas y la verdad es que merece mucho la pena.
Otras de las rutas más emblemáticas de la isla es la ruta de los volcanes. Ruta larga donde las halla pero muy muy bonita.


Las Salinas de Fuencaliente son un lugar increible para acercarse a ver. Merece la pena desde bajar hasta allí porque la carretera atraviesa una gran colada de lava de la última erupción que hubo en la isla del volcan San Antonio. Además en las salinas hay un restaurante donde se come de maravilla.
Recomendable.
Otro de los atractivos de la isla son los puros palmeños. Los locales donde fábrican los puros están abiertos al publico para poder ver como se hacen los puros y valorar el grandioso y meticuloso trabajo que realizan los artesanos. Producto 100% hecho a mano.

Y no todo fué andar y andar, también tuvimos la oportunidad de ir al cine. En Santa Cruz (Capital) hay un cine que se llama Cine Chico. Es un peculiar y pequeñisimo teatro donde tienen una pantalla para reproducir peliculas. Tuvimos la suerte de ver El Niño.
Y bueno, momentos para el relax tambien tuvimos, la piscina del hotel era una maravilla.
La verdad que fué muy buen viaje que seguro que repetiremos sin duda.